El perro necesita una buena higiene bucal; sin embargo, sólo el 10 % de los dueños le cepilla regularmente los dientes a su perro.
A los tres años de edad, casi el 85% de los perros presenta signos de problemas dentales/bucales que pueden conducir a problemas de salud graves.
Los depósitos de sarro son mucho más difíciles de eliminar que la placa bacteriana y forman una superficie rugosa donde se adhiere más placa. La placa bacteriana y el sarro pueden ocasionar problemas bucales significativos en el perro. Entre ellos el mal aliento, la inflamación de las encías y, si no son tratados, la caída de dientes y dificultades para comer.
Por eso es de suma importancia la higiene de la boca, la cual se puede lograr en casa con un simple cepillo de dientes, en caso de que el animal no se deje o mordisquee el cepillo, una buena idea es cubrir uno de nuestros dedos índices con una gasa y frotarla sobre sus dientes (siempre y cuando sepamos que el animal no intentará mordernos). En aquellos casos en los que, por una u otra razón, no pueda instaurarse esta práctica en el hogar, se recomienda la visita al médico veterinario para realizar una limpieza en la clínica con equipo de ultrasonido, lo cual es sencillo y efectivo, manteniendo la dentadura de nuestro perro o gato limpia, sana y sin mal aliento por un tiempo prolongado.